España tiene el dudoso honor de ser el único país de la Unión Europea que no incluye a los dietistas nutricionistas (D-N), ni a los técnicos superiores en dietética (TSD) dentro del Sistema de Sanidad Público (SNS).
Esto hace que muchas patologías que se podrían tratar con intervención dietética se haga desde la medicación, lo que supone una sociedad polimedicada y un mayor gasto económico en fármacos. Para colmo, una mayor medicación no mejora el tratamiento de las enfermedades, sino que expone a los pacientes a un mayor riesgo de desnutrición.
Con un simple cribado nutricional se podría abordar la desnutrición, lo que mejoraría la salud del paciente y su adherencia al tratamiento.
A nosotros, como sanitarios, nos obliga prácticamente como única opción a trabajar desde el ámbito y esto hace que el acceso a nosotros depende del poder adquisitivo.
Cómo veis un panorama que no beneficia a nadie, salvo a las farmacéuticas.
Os dejo el enlace para que podáis leer el artículo completo.
Espero que os guste y os abra los ojos.
Un abrazo
Azahara ❤️
